En esta ocasión me gustaría detenerme en el significado y aplicación practica que en política se le viene dando a estos dos términos.
Si acudimos al Diccionario de la Real Academia española, podemos constatar que la palabra información significa, «acción y efecto de informar»; e informar significa, «enterar, dar noticia de algo». Por otra parte, comunicación significa, «acción y efecto de comunicar o comunicarse», y comunicar significa: «Hacer a otro partícipe de lo que uno tiene. Descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo. Conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito. Transmitir señales mediante un código común al emisor y al receptor».
Por tanto, en principio la diferencia parece estar clara pero,a pesar de ello, mi sensación y no se hasta que punto puede ser una sensación más o menos generalizada, es que en política se suelen confundir ambos conceptos. Y más que confundir, se piensa que se esta comunicado cuando en verdad lo que se hace es sólo informar.
Durante mucho tiempo, incluso en nuestros días, parece que los políticos, tanto si se encuentran desempeñando acciones de gobierno como de oposición, se empeñan en informar más que comunicar.
Planteó esta cuestión porque quizás aquí radica el principal motivo por el que en verdad logran conectar con buena parte de la ciudadanía. Aquí puede estar el origen del dato que hay tras las encuestas de opinión que muestran una cada vez mayor desafección hacia la política y a los políticos en particular.
Sin lugar a dudas, es este un aspecto fundamental sobre el que tenemos que reflexionar, políticos y, sobre todos, los profesionales que nos dedicamos a la comunicación política, porque, realmente esta bien informar cuando ha de hacerse, pero sobre todo, la clave de poder mantener una perfecta sintonía entre los ciudadanos y quienes nos gobierna es la calidad de la comunicación que se establece entre ambos. No se trata del canal, que es importante, sino sobre todo de como se lleva a cabo la construcción de esa comunicación.
Es algo tan sencillo y evidente que, a pesar de ello, parece que a muchos se nos ha olvidado, entre los que me incluyo porque, en esta cuestión, todos tenemos algo de responsabilidad. Pero si bien es verdad u que los primeros que han de entender esto son los políticos también, quienes de alguna manera nos dedicamos a prestarles asesoramiento, hemos de tenerlo bien presente, y no seguir cayendo en la tentación de confundir ambos términos.
Al fin y al cabo, lanzo esta reflexión al aire porque, en los tiempos que corren parece evidente que lo que no se visualiza parece como si no existiera, y es por eso, que la comunicación de calidad, la comunicación bien construida, se hace más necesaria que nunca ya que hoy en día «los actos de fe» ya no son eficaces como antaño. Por eso se hace necesario que hagamos entender a «la clase política» que comunicar es algo más que una nota de prensa o publicar contenidos y mensajes de forma constante en las redes sociales. Comunicar es algo más, ha de formar parte de una estrategia bien definida, ha de ser parte consustancial a la gestión de gobierno o de hacer política, es y debe ser el principal instrumento para poder hacer llegar adecuadamente nuestras mensajes, lo que hacemos, lo que queremos y lo que no a quienes dan sentido a todo esto, a los ciudadanos.
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