
¿Un escenario prebélico en Europa es posible?
En este artículo, he querido abordar una cuestión que creo crucial para el futuro de Europa: ¿es posible un escenario prebélico en nuestro continente? A lo largo de varias semanas, he publicado una serie de artículos que analizan las claves del panorama político europeo tras las últimas elecciones al Parlamento Europeo.
En ellos, hemos explorado el papel determinante de los jóvenes en las decisiones políticas, el impacto creciente de la Inteligencia Artificial en la política europea, y la posibilidad de que los fantasmas del pasado, como los de la República de Weimar, resurjan. Además, hemos examinado el inquietante ascenso de los partidos de ultraderecha y sus posibles consecuencias.
En este último artículo, cerramos el ciclo reflexionando sobre un nuevo y preocupante elemento: la posibilidad de que Europa enfrente una situación prebélica en el futuro cercano. Analizaremos los factores que podrían desencadenar esta crisis, sus probabilidades reales y las consecuencias que podría tener para nuestra sociedad. Finalmente, proponemos medidas que podríamos tomar para evitar este sombrío escenario.
Confío en que este análisis nos permita comprender mejor los riesgos que enfrenta Europa y cómo podemos trabajar juntos para asegurar un futuro más estable y pacífico.

Factores clave que podrían influir en la probabilidad de un escenario prebélico en Europa.
La posibilidad de que Europa se enfrente a una situación prebélica o que podamos presenciar un conflicto bélico en territorio europeo en un futuro no muy lejano es una realidad que no podemos ignorar. La concreción de este escenario dependerá de una serie de factores y dinámicas, algunas más complejas que otras.
Determinar la probabilidad exacta de una situación prebélica en Europa es una tarea realmente compleja, por no decir arriesgada. Esto se debe a la gran cantidad de variables y a la incertidumbre que rodea a los distintos eventos geopolíticos y sociales que la pueden desencadenar.
Sin embargo, considero que es posible realizar algunas reflexiones más o menos informadas para establecer un rango de probabilidades basado en una serie de factores que, si bien pueden ser objeto de debate, tienen el objetivo de estimular la reflexión.
Este es el objetivo principal de este artículo: considerar, aunque sea por unos instantes, que este escenario podría ser real y, desde nuestro ámbito de acción, contribuir a que no se materialice, evitando así vernos inmersos en una crisis prebélica de difícil solución.

Factores que podrían contribuir a un escenario prebélico en Europa.
A continuación, se analizan algunos de los factores que podrían contribuir a generar un escenario prebélico en Europa:
1. Tensiones geopolíticas con Rusia.
- Incremento de hostilidades: La guerra en Ucrania y la respuesta de la comunidad internacional serán dos factores críticos. Si las relaciones con Rusia continúan deteriorándose, podría haber un aumento de las hostilidades en las fronteras de Europa del Este, especialmente en los países bálticos y otros estados miembros de la OTAN que limitan con Rusia.
- Escalada militar: Movimientos militares adicionales y aumentos en las hostilidades pueden incrementar la probabilidad de conflicto. La guerra en Ucrania podría intensificarse y expandirse, afectando a otros países de la región y provocando una mayor inestabilidad.
2. Incremento del gasto militar y militarización.
- Carrera armamentista: Un aumento significativo del gasto militar en respuesta a la percepción de amenazas podría desencadenar una carrera armamentista en la región. De hecho, tras la última reunión de la OTAN en Washington y las políticas impulsadas por el nuevo ejecutivo de la Unión Europea para el período 2024-2029, este escenario ya es una realidad.
- Presencia militar: Un mayor despliegue de fuerzas militares en puntos críticos podría aumentar la probabilidad de incidentes o enfrentamientos. La OTAN no solo quiere reforzar el flanco norte de la UE, sino también el flanco sur, debido a la creciente conflictividad en el continente africano.
3. Cooperación y diplomacia internacional.
- Esfuerzos diplomáticos: La efectividad de los esfuerzos diplomáticos para reducir las tensiones puede disminuir la probabilidad de conflicto. Sin embargo, si las expectativas no se cumplen, estos esfuerzos podrían incluso agravar la situación.
- Alianzas internacionales: La solidez de las alianzas con otros países y organizaciones internacionales también será un factor crucial. La falta de cooperación o el debilitamiento de estas alianzas podrían contribuir a una mayor desestabilización y pérdida de influencia de la UE en el contexto internacional.
4. Conflictos internos y tensiones sociales.
- Tensiones sociales: El nivel de polarización y conflicto interno dentro de los países europeos puede afectar la estabilidad general. La promoción de agendas divisivas puede incrementar las tensiones sociales y políticas, creando un entorno más propenso a conflictos. El aumento del nacionalismo y la xenofobia podría llevar a conflictos internos, con protestas y disturbios que podrían desestabilizar aún más la región.
- Crisis humanitarias: Las políticas restrictivas y las crisis humanitarias podrían provocar migraciones masivas y situaciones de emergencia que tensen las capacidades de los estados.
- Desestabilización de la UE: La capacidad de la UE para actuar de manera unificada y efectiva será fundamental. La fragmentación y el debilitamiento de la cohesión dentro de la UE podrían reducir su capacidad para manejar crisis de manera unificada y efectiva. Esto, a su vez, podría terminar por deteriorar las relaciones entre los países miembros de la UE, afectando negativamente la propia cohesión de la Unión Europea.
5. Crecimiento de los partidos políticos populistas y de extrema derecha.
- Impulso a políticas nacionalistas y aislacionistas: Las políticas más agresivas y aislacionistas promovidas por estos partidos políticos podrían llevar a un aumento de las tensiones internas y externas.
- Dificultades en la gobernabilidad: Si los partidos de ultraderecha obstaculizan el funcionamiento del Parlamento Europeo, la UE podría enfrentar dificultades significativas en la toma de decisiones y en la implementación de políticas.
- Mayor control en gobiernos nacionales: A medida que estos partidos ganan influencia en los gobiernos de los Estados Miembros, podrían promover políticas nacionalistas y aislacionistas, aumentando las tensiones entre países.

Rangos de probabilidades para un escenario prebélico en Europa.
Sin lugar a duda, nos encontramos ante un conjunto de factores realmente complejos que, de una manera u otra, cada uno de ellos, puede jugar un papel determinante en este escenario de probabilidades, pudiendo convertirse, en mayor o menor medida, en uno de los detonantes para que se dé una situación prebélica en Europa.
Tras esta primera aproximación, vamos a intentar analizar cómo cada uno de estos factores puede contribuir a desencadenar un escenario prebélico en Europa.
Insisto nuevamente que este análisis no pretende ofrecer un riguroso estudio sobre la cuestión, solo presentar un marco teórico que nos haga reflexionar.
1. Distintos rangos y evaluación de probabilidades.
Tras analizar los diversos factores que podrían contribuir a un escenario prebélico en Europa, propongo establecer cuatro rangos de probabilidades aproximados:
Baja probabilidad (0-20%)
Este rango se aplicaría si se observan las siguientes condiciones:
- Disminución de las tensiones geopolíticas.
- Fortalecimiento de los esfuerzos diplomáticos.
- Reducción en el crecimiento de los partidos populistas y de extrema derecha.
- Fuerte cohesión y cooperación dentro de la Unión Europea.
Probabilidad moderada (20-50%)
Este rango refleja un escenario en el que:
- Las tensiones geopolíticas permanecen constantes o aumentan ligeramente.
- Los partidos populistas y de extrema derecha continúan creciendo, pero sin dominar completamente la política europea.
- Los esfuerzos diplomáticos tienen un éxito moderado.
- La Unión Europea mantiene cierto grado de cohesión, pero enfrenta desafíos significativos.
Alta probabilidad (50-80%)
Este rango sugiere un escenario en el que:
- Las tensiones geopolíticas con Rusia se intensifican significativamente.
- Los partidos populistas y de extrema derecha aumentan su influencia de manera considerable.
- Los esfuerzos diplomáticos no logran mitigar adecuadamente las tensiones.
- La Unión Europea se enfrenta a una fragmentación notable y una polarización interna creciente.
Muy alta probabilidad (80-100%)
Este escenario extremo indicaría:
- Una escalada rápida y significativa en las hostilidades geopolíticas.
- Un dominio casi total de los partidos populistas y de extrema derecha en varios países europeos.
- Un colapso de los esfuerzos diplomáticos y de la cohesión de la Unión Europea.
- Un disparo en las tensiones sociales internas, llevando a una situación prebélica inminente.
2. Probabilidad más realista.
Teniendo en cuenta estos cuatro rangos de probabilidades, considero que, en el momento actual, una probabilidad moderada (20-50%) es la más realista. Esta evaluación se basa en los siguientes factores:
- Las tensiones con Rusia siguen siendo altas debido a la guerra en Ucrania. Este conflicto ha generado una gran inestabilidad en la región y ha puesto a prueba las relaciones entre Rusia y Occidente, pero, por el momento, parece que está estabilizado o, cuando menos, no ha ido a más.
- El resultado de las elecciones en los Estados Unidos podría cambiar radicalmente la situación actual. Si Donald Trump fuera elegido presidente y aplicara las políticas anunciadas de cortar el suministro de armas y dinero a Ucrania, así como de replantearse el papel de Estados Unidos en la OTAN, esto podría tener un impacto significativo en la seguridad europea.
- Los partidos populistas y de extrema derecha están creciendo, pero aún no dominan completamente el panorama político europeo. Existe cierta división entre estos partidos en cuanto a su postura hacia Rusia, lo que se ha visto reflejado en la composición de los grupos parlamentarios en el Parlamento Europeo.
- Los esfuerzos diplomáticos continúan, aunque enfrentan desafíos significativos. Los partidos tradicionales están adaptándose al nuevo escenario político interno en Europa y al nuevo contexto geopolítico que se está gestando.
- La cohesión de la UE está siendo probada, pero todavía se mantiene cierta unidad. La Unión Europea se enfrenta a importantes desafíos, pero hasta ahora ha logrado mantener un cierto grado de unidad frente a las tensiones externas.
En conclusión, considero que la probabilidad de un escenario prebélico en Europa es moderada, pero no puede descartarse por completo. Es importante seguir de cerca la evolución de los factores mencionados anteriormente, ya que podrían cambiar significativamente la situación en el futuro.

Consecuencias de un escenario prebélico en Europa.
Tras haber determinado que, aunque parezca improbable, existe una posibilidad, aunque moderada, de que se dé una situación prebélica en Europa, la pregunta que surge es qué consecuencias podrían derivarse en un contexto tan complejo.
Si las relaciones de Europa con Rusia se complicaran aún más debido a la guerra en Ucrania o se entrara en una situación de crisis bélica latente, al mismo tiempo que se confirma una tendencia al alza del crecimiento e influencia política de los partidos populistas y de extrema derecha en Europa, las implicaciones para la sociedad europea podrían ser realmente complicadas. Nos encontraríamos en un escenario político que, a día de hoy, cuesta imaginar, pero que no podemos obviar.
Por otra parte, las formaciones de ultraderecha en Europa, con diferentes posturas ante Rusia, presentan divisiones significativas. Por ejemplo, la línea ideológica de Giorgia Meloni, que defiende la posición de la UE respecto a Ucrania, difiere de la impulsada por Viktor Orban y Marine Le Pen, más próximos a mantener cierto acercamiento a Rusia. Esta diversidad de posturas despierta interrogantes importantes en el contexto actual, especialmente en caso de que la guerra en Ucrania se agrave, lo que podría hacer que Europa se enfrente a una crisis prebélica.
Incluso los partidos de ultraderecha más abiertos a mantener buenas relaciones con Rusia tendrían que afrontar un difícil dilema: ¿cómo conciliarían su exaltado nacionalismo?, ¿cómo justificarían ante sus votantes su respaldo a Rusia?, ¿cómo armonizarían el patriotismo con la identidad nacional?
Es muy posible que, en caso de un conflicto real, estas fuerzas políticas de ultraderecha den prioridad al sentimiento de patriotismo europeo sobre sus alianzas estratégicas con Rusia. Para evitar tensiones con sus votantes y asegurar su supervivencia, tendrían que posicionarse y es probable que el nacionalismo europeo prevalezca sobre las relaciones internacionales preexistentes.
Sea como fuere, si confluyeran todos estos factores y Europa entrara en una situación de crisis bélica latente, ¿con qué escenario nos podríamos enfrentar?
Para responder a esta pregunta, creo que lo más indicado es determinar cuáles han de ser los síntomas de alarma previos a esa situación prebélica en Europa. Es decir, qué cosas han de ocurrir para darnos cuenta de que nos encaminamos a una situación que puede ser irreversible.
A continuación, paso a detallar aquellos síntomas que nos deberían hacer saltar todas las alarmas.
1. El recrudecimiento del nacionalismo y la xenofobia.
1.1. Intensificación del nacionalismo.
Esto nos llevaría a ver cómo los discursos y las posiciones políticas se radicalizan en torno a dos cuestiones:
- Patriotismo exacerbado: La percepción de una amenaza externa puede intensificar el sentimiento nacionalista, impulsando políticas aún más restrictivas y proteccionistas.
- Discurso anti-inmigrante: La retórica contra los inmigrantes podría endurecerse, culpándolos injustamente de los problemas internos y de seguridad.
1.2. Xenofobia y tensión social.
La sociedad europea puede verse en medio de una compleja espiral de descontento y exacerbada polarización social, cuyas consecuencias podrían traducirse en:
- Aumento de incidentes xenófobos: Incremento en los actos de violencia y discriminación contra extranjeros y minorías, alimentados por el discurso político.
- División social: Mayor polarización entre grupos étnicos y culturales, deteriorando la cohesión social.
2. Las consecuencias económicas de posibles sanciones.
2.1. Sanciones económicas.
Una situación tan compleja como esta, conduciría inevitablemente a una fuerte recesión en la zona euro.
- Repercusiones económicas severas: Si se intensifica aún más las sanciones contra Rusia y a aquellos países que refuercen sus alianzas con el Kremlin, como podría ser China, esta nueva situación podría llevar a contramedidas que afecten negativamente las economías europeas, especialmente en sectores dependientes de la energía y el comercio, no solo con lo que respecta a Rusia, sino en especial, con respecto al gigante asiático.
- Desempleo y precariedad: Como quiera que una cosa lleva a la otra, el impacto negativo que este nuevo escenario puede provocar en Europa, llevaría a un aumento del desempleo y a una mayor precariedad laboral, exacerbando hasta límites insospechados las desigualdades económicas.
2.2. Políticas proteccionistas impuestas.
Aunque a fecha de hoy pudiera resultar impensable, la situación nos llevaría a un auténtico aislamiento económico.
Si en los Estados Unidos implementa políticas de excesiva protección de su mercado interior y China se alinea con Rusia, las políticas proteccionistas de estos dos grandes ejes de la economía mundial podrían aislar aún más a Europa, lo que la podría llevar a experimentar un severo aumento en los costos de bienes y servicios.
3. Impacto en la seguridad y la defensa.
Una escalada en el conflicto en Ucrania haría que Europa entrara en una situación de crisis bélica latente. Es por ello que, en este complejo contexto político y social, los partidos tradicionales que siguen sustentando el poder en los principales países miembros de los UE, en los últimos meses, han intensificado su discurso en materia de seguridad y defensa.
De hecho, a pesar de no encontrarnos en un escenario prebélico, en la reciente cumbre de la OTAN en Washington en julio de 2024, el principal acuerdo que han tomado los países integrantes de la Alianza Atlántica es incrementar el gasto militar y, en principio, el propósito de que, tarde o temprano, Urania sea un miembro más. Dos medidas que tienen que ver mucho la una con la otra ya que, muy probablemente, en este foro ya se esté contemplando el escenario de probabilidades que intento mostrar en este artículo.
Además, a fecha de hoy el resultado de las próximas elecciones norteamericanas aún es incierto, aunque, dados los últimos acontecimientos, incluida la retirada de Joe Biden de la carrera electoral, las posibilidades de que el nuevo presidente sea Donald Trump son muchas. Es de todos conocido su posición respecto a la retirada de fondos destinados a dar cobertura a Urania en el conflicto bélico con Rusia y reducir la aportación de los Estados Unidos al presupuesto de la OTAN, o quizás su salida de la alianza.
Sea como fuere, en este nuevo e hipotético escenario que estamos contemplando, nos llevaría a:
3.1. Incremento del gasto militar.
- Aumento del presupuesto de defensa de la UE: Presión para aumentar significativamente el gasto militar, desviando fondos de otros sectores críticos como la salud y la educación.
- Militarización de la sociedad europea: Como ya está ocurriendo en algunos países en Europa, volveríamos a la implantación del servicio militar obligatorio y a una mayor presencia militar en la vida cotidiana y en las fronteras.
3.2. Políticas de seguridad interior mucho más estrictas.
- Refuerzo de la seguridad interior: Implementación de políticas de seguridad más estrictas, incluyendo vigilancia masiva y restricciones a las libertades civiles en el marco de la UE.
- Estado de vigilancia: Aumento en la vigilancia y control de la población, con potenciales abusos de poder. Un estado de vigilancia en la UE apoyado en las nuevas tecnologías, en especial de la inteligencia artificial.
4. Relaciones internacionales y política exterior.
En este ámbito el cambio sería espectacular porque la historia de Europa podría volver a repetirse, quedando atrapada en una situación marcada por conflictos dentro y fuera de sus fronteras.
Por tanto, en este ámbito la situación vendría marcada por:
4.1. Nuevas alianzas y nuevos conflictos.
- Alianzas internacionales: Reconfiguración de alianzas internacionales, posiblemente alejándose de la cooperación con potencias globales tradicionales y buscando nuevas alianzas estratégicas. En este contexto Europa cuenta con poco margen de maniobra ya que, aunque la alianza con los Estados Unidos se ha mantenido muy sólida en el tiempo, debido a los conflictos internos que puedan darse en este país en los próximos años, puede hacer peligrar la alianza atlántica surgida tras la II Guerra Mundial. Por otra parte, la relación con China seguirá siendo una incógnita y, se resuelva como se resuelva, no creo que Europa salga bien parada. África seguirá siendo un continente complejo y que dará más problemas que soluciones. Y aunque resultará más fácil redefinir la relación de Europa con este continente, lo cierto es que tanto China como Rusia no se lo van a poner fácil. Por todo ello, el panorama es bastante incierto.
- Conflictos regionales: Potencial aumento de conflictos regionales dentro de Europa y en sus fronteras debido a la inestabilidad geopolítica. Si ya la configuración de alianzas internacionales será complicada, estos conflictos regionales dificultarán aún más la situación.
4.2. Políticas de refugiados.
Europa se vería avocada a una importante crisis de refugiados cuyo impacto podría tener unas consecuencias negativas muy importantes. Un hipotético incremento en el número de refugiados, debido a posibles conflictos internacionales o regionales, conduciría a la UE implementar políticas restrictivas en materia de gestión de estos refugiados, llevando a una crisis humanitaria en suelo europeo y a unos desafíos logísticos realmente significativos. Las consecuencias serían:
- Crisis humanitaria: Aumento del número de refugiados en Europa, con condiciones de vida precarias y falta de acceso a necesidades básicas como la alimentación, la vivienda o la atención sanitaria.
- Desafíos logísticos: Dificultad para gestionar la llegada masiva de refugiados, lo que podría provocar caos y colapso en los sistemas de acogida y atención.
- Tensiones sociales: Aumento del racismo, la xenofobia y la discriminación hacia los refugiados, lo que podría derivar en conflictos sociales y violencia.
- Impacto económico: Costes elevados asociados a la acogida y atención de los refugiados, lo que podría suponer una carga importante para las economías europeas.
- Desestabilización política: Crecimiento de los movimientos populistas y de extrema derecha que podrían capitalizar la crisis de refugiados para obtener rédito político.
En definitiva, la crisis de refugiados que se podría desencadenar en este hipotético escenario tendría un impacto profundo en las relaciones internacionales y la política exterior de Europa. La Unión Europea se vería obligada a reconfigurar sus alianzas, gestionar una crisis humanitaria de gran magnitud y afrontar importantes desafíos logísticos, económicos y sociales.
5. Impacto en la crisis humanitaria y los derechos humanos.
Será esta la principal consecuencia del escenario futuro que estamos contemplando si el conflicto en Ucrania deriva en una situación prebélica en Europa y los partidos de ultraderecha siguen creciendo y ocupando espacios de poder e influencia. Los derechos humanos estarían en riesgo. Una situación que afectaría a dos cuestiones principales:
- Violaciones de derechos humanos: Aumento en las violaciones de derechos humanos tanto dentro como fuera de las fronteras europeas, con restricciones en libertades civiles y trato injusto a minorías y refugiados.
- Retroceso democrático: Peligro de retroceso en las normas democráticas, con un incremento en el autoritarismo y la erosión de instituciones democráticas.
Como consecuencia de la crisis humanitaria y las violaciones de derechos humanos que se podrían desencadenar en este hipotético escenario son desafíos que Europa deberá afrontar con firmeza y determinación. La defensa de los derechos humanos y la consolidación de la democracia son valores fundamentales que no pueden ser puestos en riesgo y que, en una situación prebélica si que lo estarán.

La necesidad de tomar conciencia sobre la posibilidad de una situación prebélica en Europa.
En un escenario donde las relaciones de Europa con Rusia se deterioran aún más y se confirma el crecimiento de los partidos populistas y de extrema derecha, las consecuencias para la sociedad europea podrían ser profundas y multifacéticas.
La combinación de nacionalismo exacerbado, tensiones económicas, militarización y crisis humanitarias podría llevar a un entorno altamente polarizado y conflictivo.
Ante esta posibilidad, como sociedad solo hemos de actuar desde tres ámbitos muy concretos:
1. Más diplomacia y más diálogo.
La Unión Europea ha de redoblar los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una situación, lo menos dañina posible, del conflicto de Ucrania. Hay que encontrar la manera de abrir un camino de diplomacia activa y de diálogo continuado con Rusia y entre los estados miembros de la UE. Esto será crucial para evitar una escalada hacia un conflicto bélico mayor.
También la UE, si es necesario, ha de abrir nuevos mecanismos de resolución de conflictos y mediación a nivel europeo e internacional.
2. Más cooperación internacional.
Europa no tiene otra alternativa más que fortalecer alianzas estratégicas con otras potencias globales para equilibrar las dinámicas de poder y prevenir conflictos. En este sentido, será esencial la relación que, con una visión estratégica a largo plazo, termine por establecerse con China.
De igual manera, la UE ha de jugar un papel mucho más proactivo que el que ha venido desempeñando hasta ahora en el ámbito de las organizaciones internacionales, como la ONU y la OSCE, para gestionar y mitigar tensiones.
3. Más fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos.
Asegurar la protección de los derechos humanos y las libertades civiles para prevenir abusos y represión será fundamental para evitar alimentar la violencia y el descontento. En este ámbito, será determinante cómo la UE sea capaz de gestionar las crisis migratorias y las políticas de integración.
Además, las instituciones europeas deben fomentar una mayor participación ciudadana y el compromiso cívico para fortalecer la democracia y la cohesión social. Deben activarse nuevos instrumentos encaminados a potenciar un gobierno participativo, donde los ciudadanos logren reconciliarse con la clase política y sientan una mayor implicación con el proyecto europeo.

Nada es inevitable, ¿o no?
La posibilidad de un escenario prebélico en Europa, si bien inquietante, es una realidad que no podemos ignorar. En este artículo, he querido desglosar los factores clave que podrían desencadenar tal situación, desde las tensiones geopolíticas con Rusia y el incremento del gasto militar, hasta el crecimiento de los partidos populistas y de extrema derecha, y las tensiones sociales internas.
Aunque determinar con precisión la probabilidad de este escenario es una empresa ciertamente compleja, debido a la incertidumbre y la multitud de variables involucradas, es vital considerar que la combinación de estos factores podría llevarnos a un entorno de alta inestabilidad y conflicto.
Recapitulando, los factores que podrían llevar a Europa al abismo pueden ser:
- Tensiones geopolíticas: La guerra en Ucrania y el deterioro de las relaciones con Rusia podrían incrementar las hostilidades en Europa del Este y más allá.
- Militarización y gasto militar: La carrera armamentista y el despliegue de fuerzas militares en puntos críticos aumentan la probabilidad de incidentes y enfrentamientos.
- Conflictos internos: La polarización social, el aumento del nacionalismo y la xenofobia podrían desestabilizar aún más la región, sumado a crisis humanitarias y la desestabilización de la UE.
- Crecimiento de la ultraderecha: Las políticas nacionalistas y aislacionistas promovidas por estos partidos podrían llevar a un incremento de las tensiones internas y externas, dificultando la gobernabilidad de la UE.
Ante esta realidad, como ya hemos apuntado, en la actualidad, una probabilidad moderada (20-50%) de un escenario prebélico parece la más realista. Las tensiones con Rusia siguen siendo altas, los partidos populistas y de extrema derecha están en crecimiento, y aunque los esfuerzos diplomáticos continúan, enfrentan desafíos significativos. La cohesión de la UE está siendo probada, pero aún se mantiene cierta unidad.
En resumen, si bien el riesgo de un conflicto prebélico en Europa es moderado, no es inevitable, aunque, sí que podemos tomar medidas para evitarlo. La diplomacia activa, la cooperación internacional y el fortalecimiento de la democracia serán esenciales para navegar estos tiempos inciertos y asegurar un futuro estable y próspero para Europa.
La responsabilidad está en nuestras manos, en nuestras decisiones, en nuestra capacidad de movilización y participación democrática. El futuro de Europa depende de nosotros.
Fotos: Imágenes generadas con IA.






